Padre Rafael Braun

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(1935-2017)

Fue asesor de ACDE desde la muerte del padre Moledo en 1988 hasta 2006.

“La Providencia hizo que, en sus últimos tiempos, el Padre Moledo imaginara a Raffy como su sucesor, allá en 1987. De ahí en más comenzó a participar de la vida de Acde, al principio junto con Moledo y al año siguiente lo sucedió. Con una personalidad muy diversa, vaya si llenó el gran hueco que Moledo dejaba”. (Recuerdo del ex presidente Jorge Matheu)

“Rafael Braun fue un sacerdote singular y extraordinario. Muchas veces ignorado y dejado de lado por la Iglesia, acaso por una secreta envidia a su talento, fue sin embargo un hijo fiel de ella. Un sacerdote muy poco clerical, que volcó su ministerio a los laicos y lo hizo de manera brillante en múltiples campos. Fue el creador y organizador de una Pastoral Universitaria dirigida a la universidad pública y hasta físicamente inserta en ella. Allí supo atraer y orientar a muchísimos jóvenes. Su dominio de la Teología Moral no fue sólo teórico: la aplicaba con rigor, pero con una gran libertad en su acompañamiento a matrimonios y familias, y en una dirección espiritual sabia y cercana.

Se tomó siempre muy en serio el Concilio Vaticano II y fue un ardiente defensor de la autonomía de las realidades temporales, alentando a los laicos a asumir su rol en los campos más diversos.

Durante mucho tiempo fue asesor doctrinal de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa, y acompañó su crecimiento. Tenía él mismo un natural talento empresarial, que puso de manifiesto en la organización de un centro de espiritualidad pionero para la pastoral urbana, en la iglesia de Santa Catalina, que dirigió muchos años. Participó activamente en la gestación del “plan Compartir” para la reforma económica de la Iglesia, y a su pluma se debe en buena medida la carta pastoral de los obispos sobre ese tema, que conserva absoluta vigencia.

Raffy dirigía y orientaba con generosidad, formando equipos y promoviendo personas. El diario La Nación le dedicó a su muerte una nota que en su título decía “mucho más que un sacerdote”. Acaso lo que corresponda decir es que Rafael Braun fue plenamente un sacerdote cabal, original, fiel a la Iglesia, y al mismo tiempo un intelectual extraordinario al que muchos habremos de extrañar”

Columna de Juan Navarro Floria, en el homenaje póstumo de la revista Criterio a su figura

Su historia

Rafael Braun nació en Buenos Aires en la fiesta de San José, el 19 de marzo de 1935 y falleció el 8 de octubre de 2017. Había sido ordenado sacerdote el 22 de septiembre de 1963. Era doctor en Filosofía por la Universidad de Lovaina (Bélgica) y licenciado en teología por la Universidad Católica Argentina. 

Filósofo, docente y director de la revista Criterio entre 1978 y 1993 y miembro de su Consejo de Redacción durante 40 años, influyó en varias generaciones de católicos tanto en su crecimiento espiritual como el desarrollo profesional, acompañando a las familias y a las comunidades para que dieran frutos en abundancia.

Fue colaborador de La Nación y Clarín y tuvo actuación en programas de radio y televisión. Era miembro de la Academia Nacional de Periodismo.

Impulsó el compromiso de los empresarios en favor del desarrollo del país, a través de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE) y, abierto a las nuevas expresiones, integró el consejo administrativo del Instituto Di Tella. Promotor del pensamiento y el debate plural en la enseñanza superior, fue profesor de filosofía política en la Universidad del Salvador, de teología moral en la Universidad Católica Argentina (UCA) y de ética política en la Universidad de Belgrano.

Fue un importante promotor de la Pastoral Universitaria, rector de la iglesia Santa Catalina de Siena, donde floreció una gran comunidad de laicos voluntarios ofreciendo servicios espirituales a miles de personas que cada día trabajan en el Microcentro porteño, y también integró el Consejo Directivo de la Fundación Banco de Alimentos. 

Recibió, entre otras distinciones, en 1991 el Laurel de Plata otorgado por el Rotary Club de Buenos Aires y en 1996 el Premio Derechos Humanos B´nai Brith Argentina y el Diploma al Mérito en la Disciplina Etica, concedido por la Fundación Konex.