Miguel Alfredo Nougues

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Nació el 25 de marzo de 1910, en Buenos Aires y falleció el 27-11-1988 a los 78 años. Era hijo de Ambrosio Nougues Avila y de Josefina Nougues Oromí. Pertenecía a una familia central en el desarrollo de la industria azucarera de Tucumán y con mucho protagonismo en la vida social y política de la provincia y del país. Su abuelo materno, Miguel Macedonio Nougués Romero, había sido gobernador de Tucumán, en tiempos de Roca y presidente de la Cámara de Senadores de la Nación, y en tal carácter ejerció interinamente la presidencia de la Nación, durante las ausencias del presidente Carlos Pellegrini. Su abuelo paterno, en tanto, Ambrosio Acacio Nougués Avila, fue diputado provincial, diputado nacional y presidente del Centro Azucarero Argentino.

Fue presidente del Ingenio “San Pablo” de Tucumán, miembro del Directorio de Nougues Hnos y de Abra Grande, síndico de la Compañía Naviera Pérez Companc y de la Cía de Seguros “La Patagonia”.

Miguel Alfredo, fue un dirigente muy importante de los Hombres de la Acción Católica durante los años ´40 y ´50. Había ingresado en 1934 al Centro de Jóvenes de la parroquia del Santísimo Sacramento. Fue vocal del Consejo Superior de los Jóvenes y delegado nacional de Aspirantes (niños). Se incorporó al Consejo Arquidiocesano de Hombres de Buenos Aires siendo vocal primero y vicepresidente, poco después. En 1946, se incorporó al Consejo Nacional de los Hombres, en el que fue elegido vicepresidente en 1949 y presidente para el período 1952-1955. Vale decir que, al momento de fundarse ACDE, era el presidente nacional de los Hombres de Acción Católica. Durante varios años representó a la Argentina en la Federación Internacional de Hombres Católicos, de la que llegó a ser vicepresidente.

Comparte una preocupación con Enrique Shaw, que se repite en columnas con el mismo título “El Apostolado patronal”, a lo largo de los años en las páginas de “Concordia”, el órgano oficial de los Hombres de la Acción Católica. En ellas, ya en los años ´40, se parece visualizar el gérmen de ACDE. Dice en ellas, Nougues que “a raíz de la inolvidable visita al país del Canonigo José Cardijn, se congregaron un número importante de patrones católicos que, instituidos como Comisión, ha servido para establecer un primer contacto y comprobar todas las posibilidades que se abren si se desea emprender este apostolado. En esta época resulta indispensable que en el campo patronal se adquiera un exacto conocimiento de los deberes y obligaciones basados en las teorías sociales de la Iglesia”.

El recuerdo de otro socio

El socio fundador de ACDE, Ricardo Diez Peña recordó a Nougues en su testimonio para el proceso de canonización de Enrique Shaw: “En ese momento yo era del Consejo Superior de los Profesionales de la Acción Católica, era el tesorero. Recuerdo que Miguel Alfredo Nougués buscaba gente en la Acción Católica que fueran empresarios y los invitaba a participar en Acde. Visitaba los consejos superiores de Acción Católica y preguntaba; “¿Algunos de ustedes es empresario?. Yo dije enseguida que sí y me invitó a ir firmar. Fui el número 10, luego fueron firmando otros. Ese mismo día y poco después que yo firmara, llegó el señor Steverlynck con sus dos hijos y también se asociaron. Miguel Alfredo trabajó muchísimo, ayudaba Enrique a promocionar esa organización nueva”