Nació el 9 de marzo de 1912, en Buenos Aires y falleció el 18 de septiembre de 2005, a los 93 años, también en Buenos Aires. Sexto hijo -el menor y el único nacido en Argentina- del pionero vasco Sebastián de Amorrortu y Beitía, en su matrimonio con Francisca Elexondo y Arrizuria.
Casado en 1941 con Diosma María Antonieta Masó Abal, tuvo 4 hijos, 18 nietos y al momento de morir, 3 bisnietos.
Pertenecía a una de las familias más tradicionales de la colectividad vasca en Argentina y en ese carácter, a su padre Sebastián, a su hermano mayor Pedro y a él mismo, se los reconoce como dirigentes históricos y grandes mecenas del desarrollo de la cultura y los sentimientos vascos en el país.
Su padre arribó muy pobre a la Argentina en 1910 y su primer trabajo en el país se lo ofrece el diario «La Nueva Provincia» de Bahía Blanca. Poco después se traslada a Buenos Aires y es encargado de los talleres de la editorial católica Alfa y Omega. En 1916, se instala por su cuenta en un pequeño local y en 1922, contando ya con el apoyo de sus hijos mayores, da un paso importante fundando «Artes Gráficas Sebastián de Amorrortu e hijos SA». Esta imprenta dedicada a libros de medicina y luego a textos escolares, enciclopedias y diccionarios, llegó a ser la segunda empresa gráfica del país en servicios gráficos para terceros. Imprimió cinco ediciones de la guía telefónica; durante diez años, las dos terceras partes de la producción de la pujante Editorial Codex y una edición de la Sagrada Biblia, junto con numerosos emprendimientos relativos a la actividad vasca en nuestro país. En 1965, sus nietos fundaron Amorrortu Editores, hasta hoy dedicada a libros de historia, sociología y psicología, entre otras ciencias sociales.
Francisco fue socio fundador de ACDE y si bien se recibió de Escribano Público Nacional, trabajó toda su vida en la empresa gráfica junto con su padre y hermanos y llegó a dirigirla hasta su retiro, en 1977. Es precisamente al finalizar su actividad profesional que renuncia a la Asociación con fecha 31-12-1977. A partir de entonces, ya fuera de la actividad profesional, se dedicó por entero a la colectividad. Ha sido miembro y activo colaborador de las diferentes instituciones vascas de la ciudad de Buenos Aires, desde el Centro Laurak Bat hasta la Asociación Cultural y de Beneficencia Euskal Echea o la propia Casa de la Cultura Vasca, miembro fundador de la Fundación Vasco Argentina Juan de Garay y presidente del Rotary Club de Buenos Aires, entre 1980 y 1981.