Nació el 21 de mayo de 1926, en Buenos Aires y falleció el 5 de octubre de 2005, a los 79 años. Era hijo de José Seitún y Nilda Raggio. Casado con Julia Valentina Iribarne Ramos, tuvo 4 hijos: Ricardo, Juan Angel, María Nilda y Gustavo.
Egresó como Contador Público Nacional de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
Fue fundador junto con Jorge Salimei y Jorge Trucco Aguinaga de SASETRU, la mayor empresa argentina de los años ´70.
La Compañía había sido fundada en 1949 y en ese momento, “SAlimei-SEitún-TRUcco” eran tres jóvenes de veintitrés años que habían compartido durante su adolescencia estudios en el Colegio La Salle y posteriormente en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. También, habían trabajado los tres en la Dirección General Impositiva, entre 1947 y 1951. Como estudiantes universitarios, compartieron la militancia en la Acción Católica.
Veinticinco años después de la fundación, SASETRU se había convertido en un conglomerado agroindustrial de 11 mil empleados, conformado por más de 140 empresas con una integración vertical que involucraba producción agrícola, de aceites y harinas, empresas de transporte, bodegas, elaboración de conservas, producción de envases, seguros, bancos y construcción. Siendo una firma local, sus exportaciones de aceites y granos llegaron a superar en algún momento a las grandes comercializadoras multinacionales instaladas en el país. Su volumen de colocaciones de productos en el exterior era tan importante que poseía una estructura propia de transporte y muelles propios en los puertos de Milán y Bruselas. No había otra empresa similar en el país. En el momento de su apogeo, concentraba el 40% del mercado alimenticio del país y el 5,5% de todas las exportaciones argentinas. La compañía quebró en 1981 y aún hoy se investiga en la Justicia la participación de funcionarios del Gobierno militar de 1976 en presuntos delitos económicos que habrían provocado su caída.
Luego de la muerte de Salimei en 1975, Seitún asumió la presidencia por lo cual fue el rostro visible de la Empresa en los años finales que precedieron a la quiebra.
